¿Es la CONAMED la vía idónea para resolver los conflictos en responsabilidad médica?

Introducción a la CONAMED

La Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAMED) es una entidad fundamental en el sistema de salud de México, creada con el objetivo de resolver los conflictos relacionados con la responsabilidad médica de manera objetiva y eficaz. Establecida en 1996, la CONAMED surgió como una respuesta necesaria para proporcionar una alternativa al complejo y frecuentemente largo proceso judicial. Su propósito central es el de fungir como mediador y árbitro imparcial en disputas que involucren la calidad de la atención médica brindada.

El funcionamiento de la CONAMED se basa en un proceso de conciliación y arbitraje que permite tanto a pacientes como a profesionales y establecimientos de salud presentar sus quejas y buscar una resolución sin recurrir a procedimientos judiciales más adversariales. Cualquier persona que considere haber recibido una atención médica inadecuada puede acudir a la CONAMED. Esto incluye a pacientes, familiares o representantes legales. De la misma manera, los profesionales y establecimientos de salud pueden utilizar los servicios de la Comisión para defenderse de acusaciones que consideren infundadas.

Entre las ventajas significativas de optar por la CONAMED se destacan la celeridad en la resolución de casos y la reducción de costos en comparación con los litigios judiciales. Además, su enfoque es preeminentemente conciliador, lo que promueve una mayor posibilidad de acuerdos amistosos entre las partes involucradas. Este carácter conciliador proporciona un espacio menos conflictivo y más orientado a la restauración de relaciones y confianza entre médicos y pacientes.

Proceso y Procedimientos en la CONAMED

La Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAMED) desempeña un papel crítico en la resolución de conflictos relacionados con la responsabilidad médica. Proceder a través de la CONAMED implica una serie de pasos claramente definidos, diseñados para garantizar un manejo justo y equitativo de las quejas presentadas.

El proceso comienza con la admisión de la queja. Una vez presentada, la CONAMED verifica que se cumplan los requisitos necesarios para su aceptación. Esto incluye la evaluación de la naturaleza del conflicto y la identificación de las partes involucradas. En esta etapa inicial, es crucial determinar si la queja es viable y si puede ser resuelta a través de los mecanismos de mediación y arbitraje ofrecidos por la CONAMED.

El siguiente paso es la mediación. En este proceso, un mediador capacitado de la CONAMED actúa como un facilitador neutral, ayudando a ambas partes a alcanzar un acuerdo amistoso. La mediación es voluntaria y confidencial, y busca una solución consensuada que evite la necesidad de un arbitraje formal. La efectividad de esta fase depende en gran medida de la disposición de las partes a colaborar y encontrar un terreno común.

Si la mediación no resulta en una resolución satisfactoria, el caso puede proceder al arbitraje. En esta etapa, un árbitro o un panel de árbitros, independientes e imparciales, revisan el caso en profundidad. El arbitraje en la CONAMED es un proceso formal y vinculante, donde se consideran las evidencias y testimonios presentados por ambas partes. A partir de esta evaluación, el árbitro emite una resolución que es definitiva y obligatoria para ambas partes.

Las resoluciones emitidas por la CONAMED pueden variar. En algunos casos, pueden incluir compensaciones económicas o requerir acciones correctivas por parte del profesional médico. En otros, se puede determinar que no hubo negligencia y desestimar la queja. Sea cual sea el resultado, el objetivo primordial de la CONAMED es garantizar justicia y transparencia en la resolución de los conflictos médicos.

Ventajas y Desventajas de Usar la CONAMED

La Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAMED) ofrece una serie de ventajas significativas para la resolución de conflictos en responsabilidad médica. Una de las principales ventajas es la rapidez del proceso. A diferencia del sistema judicial, que puede tardar un poco más de tiempo en resolver un caso, la CONAMED tiene procedimientos más ágiles que permiten llegar a una solución en un tiempo relativamente corto. Este ahorro de tiempo no solo beneficia a los pacientes, sino también a los profesionales médicos y a las instituciones de salud involucradas.

Sin embargo, recurrir a la CONAMED también tiene sus desventajas. Una de las principales limitaciones es que las resoluciones de la CONAMED no siempre tienen el mismo peso legal que una sentencia judicial. Esto puede significar que algunas partes no estén satisfechas con el resultado y opten por llevar el caso a los tribunales, prolongando así el conflicto. A esto se suma la percepción de posibles sesgos, ya que algunos críticos argumentan que la CONAMED, aunque independiente, podría favorecer a los profesionales de la salud.

Así mismo es importante señalar que otros de los aspectos que se considera como desventaja en la CONAMED es que la reparación del daño no cubre los criterios de reparación integral, por lo que la remuneración que recibe el afectado, en la mayoría de los casos, no es proporcional al daño causado.

A modo de comparación, el sistema judicial ofrece garantías jurídicas más sólidas y la posibilidad de apelaciones, así como una reparación integral del daño, lo cual es una ventaja en casos complejos. No obstante, este camino generalmente implica un poco más tiempo. La elección entre la CONAMED y la vía judicial depende en gran medida de las circunstancias específicas de cada caso y de la prioridad que se le dé a aspectos como la rapidez, el costo y la seguridad jurídica.

En ambos casos, siempre es recomendable acudir con un asesor jurídico especialista en Derecho y Responsabilidad Médica